lunes, junio 26, 2006

Si Bien No Son Todas...


OtroPana: “Loco ella va esta noche pa’ mi casa”.
Yoyo: “¿Quién?”
OtroPana: “Cosita, tu sabe”.
Yoyo: “Hey, bien por ti”.
OtroPana: “Coge pa’llá”.
Yoyo: “¿Tu ‘ta loco?”
OtroPana: “Entonce dique que tu no te da eso otra ve y vaina”.
Yoyo: “Qué pasa papá, ademá eso e’suyo ahora”.
OtroPana: “Loco, ¿te va a pone en esa? Men no sea así, ella va como a la 9, coge pa'llá, coge pa'llá”.

Cosita resulta ser alguien con quien pasé buenos ratos y en ese momento el era quién los pasaba con ella. O sea, no necesariamente novios o algo por el estilo, sino "amigos". Era la segunda vez que compartíamos una “chica” aunque la primera vez el y yo no nos conocíamos (esa es otra historia).

Yoyo: “Pero es que ella no sabe que yo sé que utede tan”.
OtroPana: “Pero e pa’ eso, a ver que dice ella”.
Yoyo: “¡Mielda loco! ¿Tú cree?”
OtroPana: "¡Anjá loco!, déjate de vaina, eso va estar mortal".
Yoyo: “Ok, y ¿cómo llegaría yo, supuestamente?”.
OtroPana: “Na, llegas al apartamento y ya. Ella va a salir del trabajo como a las 7 y va pal apartamento”.
Yoyo: “no, no, así no, como que está raro así. Oye lo que hay, llámame cuando ella llegue al apartamento y cuando tu vea que la llamen, tu te va a hacer lo que sea y la deja ahí que despué yo te doy un toque”.
OtroPana: “Ta’tó!”.

Efectivamente así lo hicimos. Tengo que admitir que no necesariamente fui convencido, sino que la curiosidad me estaba maltratando. Luego de que recibí la llamada, procedí como planeáramos.

Yoyo: “¿Aló?”
Ella: “¿Si?”
Yoyo: “¿Cosita?, ¿cómo tu ‘tá?”
Ella: “Aquí cansá, salí de trabajar ahora y tengo un dolor de cabeza insoportable”.
Yoyo: “Diablo, y yo llamándote a ver si salíamo por ahí a dar una vuelta, que se yo…”
Ella: “¿Y eso?”
Yoyo: “¿Qué, no te puedo llamar?”
Ella: “Siii… pero ¿y esa rareza?”
Yoyo: “Tu sabe que yo ‘toy en ti todavía cual es tu chow”. (Dios mío, perdóname...)
Ella: “Hay Yoyo mira, ‘ta bien, pero hablamo mañana de eso ¿si?, ahora ‘toy cansá y voy de camino pa’mi casa…”
Yoyo: “Pero eso no eh na, ¿por donde tu anda? Yo ando monta’o te paso a bucá y salimo pa’ bebeno algo, no tiene que ser la noche entera”
Ella: “No me haga eso, hablamo mañana ¿si?”
Yoyo: “¿Por donde tu vas? ¿Tu va por la entrada principal?”
Ella: “Si, ya yo ‘toy llegando… hablamo mañana ¿si?”
Yoyo: “Pero no sea así ombe… ya voy saliendo pa'llá".
Ella: “No no no no, por favor, hablamo mañana, hablamo mañana”.
Yoyo: “Ok 'ta bien”.

Luego de esto, procedo a terminar de cambiarme, y arranco para el apartamento. Cuando voy de camino, llamo al pana para decirle que ya voy llegando y que proceda con la segunda parte del plan que consistía en "hacer tiempo y no regresar hasta nuevas instrucciones". Recuerdo que luego de esa noche denominamos el plan “El Desenmascare”.

Llego al lugar mencionado a eso de las 9:33 de la noche y me parqueo justo debajo del apartamento. Debo confesar que estaba nervioso pues nunca había pescado in fraganti a nadie. Bueno, relacionado a vainas de vagabunderías, no.

Recuerdo que iba pensando cómo reaccionaría cuando le viera a la cara. ¿Me reiré, inmutaré, lloraré? Nah! No creo que llore. Una vez en el piso correcto, me dirijo a la puerta.

Toco la puerta. 3 toques cortos. Escucho pasos. Efectivamente, Cosita abre la puerta con una botella de vino y copas en las manos.

Yoyo: “¡¿Cosita?!” Con una cara de drama de RD$2.75 que no se imaginan.

Al ver que se trataba de mi, cerró la puerta.

Yoyo: “¡Cosita!, ábreme, y fulano ¿‘tá ahí? Ábreme que solo vine a preguntarle algo”.

Obviamente el menage no se dio, (aunue nunca se planeo uno) pero una vez que mi OtroPana llegó y que nos sentáramos a hablar los tres, me percaté de que hay mujeres que también se sienten incomprendidas como la mayoría de nosotros los hombres. Al final me despedí y los dejé con la vieja rutina de la botella de vino y las copas ala luz de la luna.

martes, junio 20, 2006

No Me Lo Puedo Explicar

Todo indicaba que sería una noche como cualquier otra. Aunque las cosas ya no eran como solían ser después de la fractura de mi pierna, el rito antes de irme a confundir con las realidades de mi subconsciente permanecía prácticamente igual: ventanas de la habitación abiertas, televisor encendido para ver nada en particular (casi siempre esperando a Jay Leno y luego Conan) y mi búsqueda insaciable de todo y de nada a la vez en la red.

De repente decido que ya está bueno. Miro el reloj en la PC y es la típica 1:25 de la madrugada así que procedo a apagar el monitor, y las bocinas como de costumbre pues nunca apago la computadora. Mientras Conan anunciaba un tal Dr. John como “musical performance” de la noche, también apago la TV. Y es entonces cuando ayudado por una par de muletas, me levanto de la silla y me dirijo a la cama.

Μορφεύς, como casi siempre, fue consecuente conmigo e indujo mi sueño casi de inmediato. Usualmente despierto en la misma posición en la que me rindo por lo que intuyo que lo mío es lo que se dice un solo sueño. Aunque, como diría alguien que conozco, “hay a veces” que despierto a mitad de la madrugada para atender la necesidad fisiológica común. Esa noche me despertó otra cosa.

Justo a las 4 de la madrugada, sentí algo en mi pierna enyesada que podría jurar era agua; ciertamente estaba lloviendo y mis ventanas, como ya dije abiertas, así que era lógico sospechar. Revisé y no entraba agua a la habitación y tampoco tenía siquiera una gota de agua en la pierna. Decido levantarme esta vez sí para ir al baño a lo de la necesidad aquella. Tomo las muletas y como puedo, levanto mi anatomía para confiársela a ellas.

Con los movimientos muy bien pensados, salgo de la habitación dando pasos cual robot y me dirijo al baño. Me pareció extraño confundir el sonido del abanico de mi habitación con el sonido que provoca la orina al estrellarse con la superficie del agua del inodoro. Extraño porque no es posible. Luego de terminar, bajo la tapa y lo descargo para luego comenzar toda la producción que exige el hecho de caminar ayudado.

Al llegar a la habitación, una sensación de escalofríos se apoderó de mí y no me explicaba por qué. Abro la puerta y noto que hay algo en mi cama. Como no es costumbre en mí, nunca enciendo la luz cosa esta que dificultaba enormemente el reconocimiento del bulto que veía. Era grande, estaba arropado con mis sábanas; podría decirse que se trataba de una persona que habría entrado mientras estaba ausente.

Pienso encender la bombilla para descifrar de qué o de quién se trata, pero inexplicablemente no puedo. Es en ese momento que decido envalentonarme y acercarme a la cama. Cuando voy llegando, noto que hay otras muletas justo donde pongo las que uso.



Cuando descubro las sábanas me doy cuenta de lo imposible: ERA YO QUIEN TODAVÍA DORMÍA!!!

miércoles, junio 14, 2006

Cosas Que Pasan

Ok, hasta donde yo se, los sapos son criaturitas que no le hacen nada a uno y no hay necesidad de matarlos, pero si me topo con uno, independientemente de lo que sea, LO VOY A MATAR ¿OK? El sapo es una de las vainas más feas y asquerosas que he podido conocer en mi vida, así que ahí está.

Bueno, sacado esto de mi sistema, he aquí:

Un par de años atrás, luego de salir del Estadio Cibao de ver las Águilas aniquilar al Escogido como 300 a 2, andaba con un pana y dos locas que nos ligamos allá. Decidimos antes que cualquier cosa, comer algo para aplacar todo el alcohol que se ingirió durante la práctica aguilucha.

Bandida #1: “Hay, vamo a comer un pollito aunque sea”.
Bandida #2: “Hay si, pero vamo al Chimi José que son lo mejore”.
Pana: “Pero por qué hay que irse tan lejo a comer; vamo al palacio del cerdo y no comemo algo ahí, ¿qué tu dice loco?
Yoyo: “¿Dondejeso?”.
Pana: “Eso eh nuevo, ahí en las 3 cruces por el monumento”.
Yoyo: “Po dale pa’llá”.
Pana: “Mujere, vamo pal monumento!”
Bandida #2: “Hay, pero a mi no me guta el puelco”
Pana: “Animal, na’ma nue puelco que venden ahí”.
Bandida #2: “¿Y si esa vaina me hace daño? Yo no puedo comer puelco”.
Yoyo: “No coma ná men!, allá venden cerveza, te pone a bebé ahí y ya!” (Si no fuera porque ta buena la careloca eta)

Una vez en el referido lugar, procedemos a pedir par de frescotas para ambientar y el menú.

Yoyo: “Ok, ¿qué es lo que se va a comer?”
Pana: “Cagne salá con frito”.
Bandida #1: “Ta bien. Ella va a comer eso también”.
Bandida #2: “Yo como que no quiero eso”.
Yoyo: “So nuená! No coma mucho, total, vamo a bailá ahorita asi que no te pueds jartar”.

Al rato y después de las agarraderas de aquello y de los asuntos, de hablar de todo lo que se iba a hacer esa noche después de ahí, de ellas ponérsela difícil a uno y todo lo demás, se aparece un amigo en común del pana y mío y nos saca a parte.

Intruso: “¿Y esa do mujeres men?”
Pana: “Do grillo ligao en el play”.
Yoyo: “No te deje llevá de ojo verde y vaina, que el cerebro de esa do se debe todavía”.
Intruso: “No no no, lo que pasa eh que Luima vino ayer de pa fuera y andamo en ligue pero no hemo encontrao ná y tamo en frente y el vió la morenita de lo sojo verde y me dijo que hablara con utede a ver que lo que”.
Yoyo: “Papá, eso 'tá cogío ya (era la del Pana, Bandida #1) se va a bailá de a duro ahorita”.
Intruso: Loco, el tipo trajo un viajecualto, que si quieren cualto el le dá”.
Pana: “¿Cómo cuanto tu cree que el le dé a uno?”
Yoyo: (La creeeeet...).
Intruso: “Déjame vé, perense”.

En eso, las bandidas se están comiendo la carne salada con los tostones. Resulta que la carne salada era de puerco y no de res.

Intruso: “Loco, que el le va a dar un quinientos”.
Pana: “Que mande un milenio y que venga a resolver”.
Yoyo: “Loco, pero el ligue ta dao que vaina eh?”
Pana: “Nah, la mia le hiede la boca y ta medio deconetá”.
Yoyo: “¿Yyyyyyyy?”
Pana: “Na na na, otro día como la otra ve. Ademá hay piscina después del juego de sábado, ahí se liga también”.
Yoyo: (Maricón).

Luego de sentarnos a hablar con las mujeres, sucedió lo acordado, se nos “pagó”, el Intruso llegó con el amigo de el, se las presentamos, nos inventamos par de cosas ahí y nos fuimos.

El sábado siguiente, nos encontramos en la cancha con el intruso y le preguntamos como les había ido.

Intruso: “Tuvimos que salir juyendo de Ambi con una ahí que se fue en mierda y se fue tó’ a pique!”

miércoles, junio 07, 2006

Nuestras Reglas

Siempre hemos escuchado “las reglas" del lado femenino. Ahora aquí están las reglas desde el lado masculino. Nada de machismo, solo la cruda realidad de las cosas. Aquí les van:

Los pechos están hechos para ser observados, y eso es lo que hacemos. No intentes cambiar eso…
• Aprende como usar el inodoro. Tu ya eres una mujer grande. Si está la tapa arriba, la bajas. Nosotros la necesitamos arriba, tu la necesitas abajo. Tu no nos escuchas discutiendo porque tú la dejaste abajo.
Sábado = Deportes. Es como la luna llena o el cambio de las mareas. Déjalo ser.
• Ir de shopping NO es un deporte. Y no!, nunca vamos a pensar que sea así.
Llorar es chantaje.
• Pide lo que quieres. Vamos a aclarar esta vez:
-------->Indirectas sutiles no funcionan!
-------->Indirectas fuertes no funcionan!
-------->Indirectas obvias no funcionan!
-------->SÓLO DILO!!!
‘Si’ y ‘No’ son respuestas perfectamente aceptables para casi cualquier pregunta.
• Ven a nosotros con un problema solo si quieres que te ayude a resolverlo. Eso es lo que nosotros hacemos. Simpatía es para lo que están tus amigas.
Un dolor de cabeza de 17 días es un problema. Ve al doctor.
• Cualquier cosa que hayamos dicho hace 6 meses es inadmisible en un argumento. De echo, todos los comentarios se hacen nulos y caducan a los 7 días.
Si crees que estás gorda, probablemente lo estés. No nos pregunten a nosotros.
• Si algo que dijimos puede ser interpretado de 2 formas, y una de ellas te hace sentir triste o enojada, nosotros quisimos decir la otra.
Ustedes nos pueden pedir hacer algo ó como quieres que algo sea hecho, no ambos. Si tu ya sabes cual es al mejor forma de hacerlo, hazlo tu misma.
• Cuando sea posible, por favor di lo que tengas que decir durante las propagandas.
Cristóbal Colón no necesitó preguntar direcciones, nosotros tampoco necesitamos.
• Todos los hombre tenemos vista en 16 colores. Melocotón, por ejemplo, es una fruta, no un color. Nosotros no tenemos idea lo que es “Malva”.
Si pica, va a ser rascado. Nosotros lo hacemos.
• Si preguntamos “qué pasa?” y respondes “Nada”, vamos a actuar como si no pasara nada. Sabemos que mientes, pero no vale la pena tomarse la molestia.
Si haces una pregunta que no quieres que te respondan, espera una respuesta que no quieres escuchar.
• Cuando vamos a algún lado, absolutamente cualquier cosa que te pongas te queda bien, en serio.
No nos pregunten que estamos pensando al menos que estén preparadas para discutir temas como Sexo, Deportes, o Carros.
• Estoy en forma. Redondo es una forma.


Sacado de la Red